- Presencia de sangre en los aspirados nasogástricos.
- Pequeñas llagas estomacales, propensas a generar úlceras.
- Ardor en la boca del estómago.
- Dolor intestinal.
- Acides estomacal.
- Gases.
Recientes estudios realizados, demuestran que casi en la totalidad de los casos, el tratamiento consiste en la utilización de antiácidos y en los cambios totales y rotundos de los hábitos alimenticios y del estilo de vida. Los especialistas sostienen que es recomendable disminuir en la medida de lo posible la ingesta de frituras, cítricos, chocolates, bebidas alcohólicas, cigarrillos, alimentos con altos niveles de ácido como el tomate, las especias y condimentos.
Por otra parte, los investigadores afirman que llevar una vida relajada, sin tanto stress, libre de preocupaciones, sin disgustos, molestias, agitaciones, ni alteraciones ayuda considerablemente a evitar la erosión de las paredes del estómago, logrando así prevenir el padecimeitno de gastritis hemorrágica, úlceras duodenales y estomacales o cualquier otra enfermedad causada por todos estos factores antes mencionados.
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