Una fuente científica anónima reportó que un grupo de médicos investigadores argentinos descubrió asombrosamente, que los azúcares simples inhiben la capacidad de desplazarse de la terrible bacteria que causa la gangrena, el tétano y el botulismo, pudiendo así ayudar a combatirla.
Estas tres enfermedades son causadas por la acción de una bacteria patógena que se llama Clostridios, la cual, es un microoganismo que se encuentra en el suelo o en la tierra de cualquier parte del mundo, así como también, habita en el instestino humano y animal. Esta bacteria puede producir enfermedades en el organismo, tras generar una sustancia tóxica o venenosa. La gangrena producida por dicho microorganismo es una efermedad que aparece cuando un individuo se hace una herida sucia, momento en el cual se producen las toxinas que destruyen la piel y los músculos adyacentes.
Roberto Grau, doctor en bioquímica y microbiología del Congreso Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, informó que los azúcares simples como la glucosa, la galactosa y la fructuosa, inhiben la capacidad que posee la bacteria para desplazarse a gran velocidad sobre superficies sólidas, a causa de la presencia excesiva de fosfato inorgánico en el tejio humano que presenta la herida.
Dicha inhibición de la capacidad de movilización es posible gracias a que los azúcares simples consumen gran cantidad del agua que los Clotridios necesitan para poder desplazarse rapidamente por el tejido afectado.
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